Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Viernes 20 octubre 2017, Lecturas Viernes XXVIII semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Viernes la XXVIII semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA Rom 4, 1-8Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

Hermanos:
¿Qué diremos que obtuvo Abrahán, nuestro padre según la carne?
Si Abrahán fue justificado en virtud de las obras, tiene un timbre de gloria, pero no delante de Dios; pues, ¿qué dice la Escritura?
«Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia».
A alguien que trabaja, el jornal no se le cuenta como gracia, sino como algo debido; en cambio, a alguien que no trabaja, sino que cree en el que justifica al impío, la fe se le cuenta como justicia.
Del mismo modo, también David proclama la bienaventuranza de aquel a quien Dios le cuenta la justicia independientemente de las obras.
«Bienaventurados aquellos a quienes se les perdonaron sus maldades y les sepultaron sus delitos; bienaventurado aquel a quien el Señor no le ha contado el pecado».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 31, 1-2- 5. 11
R.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación. Tu es refúgium mihi, gáudio salútis circúmdas me.

V. Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
y en cuyo espíritu no hay engaño. R.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación. Tu es refúgium mihi, gáudio salútis circúmdas me.

V. Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mí culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación. Tu es refúgium mihi, gáudio salútis circúmdas me.

V. Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
aclamadlo los de corazón sincero. R.
Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación. Tu es refúgium mihi, gáudio salútis circúmdas me.

Aleluya Sal 32, 22
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de tí. R.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, quemádmodum sperávimus in te.

EVANGELIO Lc 12, 1-7
Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:
«Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.
Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.
Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se olvida Dios.
Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Del Papa Francisco, homilía en santa Marta 16 octubre 2015
Pidamos al Señor: protege a tu Iglesia, que somos todos nosotros: custodia a tu pueblo, el que se había reunido y se pisaban entre ellos, mutuamente. Protege a tu pueblo, para que ame la luz, la luz que viene del Padre, que viene de tu Padre. Tenemos que pedir a Dios que proteja a su pueblo para que no llegue a ser hipócrita, para que no caiga en la tibieza de la vida, para que cuente con la alegría de saber que existe un Padre que nos ama mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.